Chimbotano es el gentilicio original de la persona nacida en el puerto de Chimbote. Antiguamente, quienes nacían en Chimbote, se les llamaba «chimbotero» o «chimbotera». Con el pasar de los años, esa palabra fue reemplazada por «chimbotano» o «chimbotana», que es la que se usa actualmente.
El primer sustrato de la cultura chimbotana fue aquella de la de los pueblos pescadores de la costa norte, influenciados antaño por los moches y chimúes y posteriormente por occidente a través de la cultura española. Durante el auge siderúrgico y pesquero, la gran migración produjo la adhesión de diversos patrones culturales tanto de la costa como de la sierra del país. Esto motiva que, por ejemplo, sean tan populares en la gastronomía el ceviche como el picante de cuy o en el baile folclórico, la marinera como el huaino y otras artes.
La literatura es en Chimbote la más desarrollada de las artes. El puerto se ha convertido sin lugar a dudas el epicentro cultural del interior del país, con una producción bibliográfica notable y autores destacados que han ganado importantes galardones en los géneros que cultivan. Para muestra, algunos botones: En 2008 el narrador Fernando Cueto obtuvo en 2008 el segundo lugar del Premio Nacional de Novela Política; la poetisa Denisse Vega recibió el Premio «Poeta Joven del Perú»; y el cronista Augusto Rubio Acosta fue distiguindo en diciembre de ese año con el Premio Nacional de Periodismo CVR + 5 otorgado por el Consejo de la Prensa Peruana.[1]